PROYECTO NO
Todo confluye en el punto, hasta que descubres que punto no hay. La razón creó el número y éste se hizo autónomo. Ejerció su tiranía alimentando la memoria del acto, coagulando el verbo en nombre.
Eso somos, nombre reducido a binario. Masa de ceros y unos circulando por las venas, configurando cada una de las sinopsis neuronales de la mente. Cámara de gas insertada en la médula de la vida. Genocidio inmenso. Reiteración infinita.
NO
Cuando el nombre retorne al verbo, el camino habrá sido desandado. Reiremos ante el caldero de la ley y rugirán las cavernas. Millones de estalactitas golpeadas con la emoción del momento. Improvisar. Vivir sobre el cadáver de la regla.
Dedicatoria sin fin
¿JuanAgustínJoséGarcíaEspinosaCalvoGuerra?
Confluimos en cuestionarnos y, desde entonces, nuestros nombres habitan, fusionados, el mismo interrogante.
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